APOYO PSICOPEDAGÓGICO

El Apoyo PsicoPedagógico lo necesitan aquellos niños/adolescentes que, a pesar de estudiar y esforzarse por sacar el curso adelante, no consiguen sacar el máximo rendimiento a sus horas de estudio. 

¿En qué consiste el Apoyo Psicopedagógico?

El Apoyo PsicoPedagógico está destinado a abordar las necesidades específicas de vuestro hijo y promover su éxito académico y socioemocional. 

El apoyo se centra en atender las dificultades de aprendizaje y socioemocionales que están afectando en la capacidad del niño para adquirir, comprender o utilizar la información de manera efectiva. Estas dificultades pueden variar en severidad y, pueden tener un impacto significativo en la vida académica, social y emocional del menor.

Para comenzar el apoyo psicopedagógico, es necesario identificar previamente las dificultades y necesidades que presenta vuestro hijo y, eso se hace a partir de la Evaluación Psicopedagógica (proceso que será más o menos extenso, en función de cada caso). 

A partir de este primer paso y, una vez identificadas las áreas del desarrollo en las que es necesario proporcionar un apoyo específico, se comienza a trabajar de una manera regular y según la propuesta de apoyo de cada caso.

Tipos de dificultades que se abordan en el Apoyo PsicoPedagógico:

  • Lectura. Se manifiesta en la dificultad para reconocer palabras, comprender el significado de lo que se lee o recordar la secuencia de letras.
  • Escritura. Se manifiesta en dificultades con la caligrafía, la ortografía, la organización del texto o la expresión escrita en general.
  • Matemáticas. Se manifiesta en dificultades para entender conceptos numéricos, realizar cálculos aritméticos o comprender y aplicar principios matemáticos en contextos diversos.
  • Comprensión y/o expresión del lenguaje oral. Se manifiesta en dificultades para seguir instrucciones, para expresar ideas de manera coherente o para comprender el significado de las palabras.
  • Atención, control de impulsos y regulación del comportamiento. Se manifiesta en dificultades con concentración, impulsividad, inquietud motora o para seguir instrucciones.
  • Habilidades Sociales, comunicación social e interacción social. Se manifiesta en dificultades para comprender y responder a las señales sociales, así como para adaptarse a cambios en el entorno.
  • Funciones cognitivas (memoria, atención, percepción, y otras habilidades cognitivas). Se manifiesta en dificultades para recordar información, mantener la concentración o procesar la información de manera eficiente.
  • Comprensión y procesamiento de la información visoespacial. Se manifiesta en dificultades para interpretar gestos, expresiones faciales, mapas mentales o diagramas.
  • Técnicas de estudio. Se manifiesta en la falta de hábito y de estrategias efectivas de organización, planificación, toma de apuntes, memorización o preparación para exámenes.
  • Autoestima y la Motivación. Se manifiesta en falta de interés y motivación en relación a los estudios.
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